“No me digas lo bien que lo haces;
dime lo bueno que me hace cuando lo utilizo”.
Leo Burnett.
Es bien sabido en la mercadotecnia, que para lograr una relación a largo plazo con nuestra audiencia, es necesario conocernos a nosotros mismos como empresa, lo que tenemos para ofrecer, a nuestro entorno para saber cómo nos influye, y a nuestro mercado para conocer sus necesidades. Hoy hablaremos de éste último.
Las diferencias entre las personas nos ayudan a clasificarlas de cierta manera que nos ayuden a saber cuáles podrían optar por nuestro producto y cuáles no. Hay muchas maneras de clasificar una audiencia, mientras más lo hagamos, más específico tendremos nuestro segmento y mejor podremos conocerlo para llegar a él. Podemos segmentar geográficamente, por nivel socioeconómico, por edad, género, cultura, religión, etc. Todas aquellas características que puedan distinguir a una persona nos van a servir para segmentar.
Sin embargo, hay veces que tenemos perfectamente definido a nuestro mercado y sentimos que no podemos llegar a él. La segmentación nos sirve descartar a quienes no son idóneos para nuestro producto o servicio, pero para los que sí lo son, hay que llegar al siguiente nivel para conectar con ellos, y es donde entran las similitudes, aquello que nos une, que nos hace seres humanos.
Independientemente de nuestro lugar de origen, raza, posición política, todos los seres humanos tenemos ciertos rasgos y reacciones que corresponden a nuestra esencia, emociones innatas que si logramos despertar en las personas correctas, será más fácil conectar con ellas. Para analizarlas más claramente, tenemos la pirámide de Maslow, donde se catalogan de necesidades básicas a necesidades complejas, todas y cada una forman parte de nuestra naturaleza humana.
Si logramos identificar con cuál de estas necesidades podemos asociar nuestra marca, el vínculo que construiremos en nuestro mercado ya segmentado será más profundo y duradero.
Concluimos este artículo con un ejemplo de una campaña publicitaria de “Barbie”, su segmento de mercado es claramente el género femenino, este campaña no va sólo dirigida a las niñas sino a mujeres de cualquier edad, utilizan un mensaje de inclusión, respondiendo a las necesidades básicas de pertenencia y autorrealización que hay en todos nosotros, de esta manera logran una reacción emotiva para quedarse en la mente de su audiencia.
Comments