"We tell ourselves stories in order to live."
- Joan Didion.
Estamos rodeados de historias. Cada día en las películas que vemos, las canciones que escuchamos, las obras de arte que admiramos y en las conversaciones que tenemos, las historias forman una parte fundamental, no sólo de la cotidianidad sino de la vida misma. Las historias nos permiten trascender y conectar al nivel más profundo del ser humano: el de las emociones.
Incluso antes de que existiera el lenguaje, buscábamos la manera de conectar, es una cualidad innata que todos tenemos: todos somos contadores de historias. Lo maravilloso de la historias no es sólo que cualquiera de nosotros puede contarlas, lo más especial es que hay tantas historias como personas ha habido en el mundo, todos tenemos algo que comunicar, que enseñar y que aprender de los otros.
Aterrizado a la mercadotecnia, como hemos ido desarrollando a lo largo de nuestro blog, las personas y las marcas tienen varios puntos en común, la más importante desde nuestra perspectiva, es esta necesidad de comunicar a través del “storytelling”, como comúnmente se le conoce.
Para comenzar a contar nuestra historia como emprendedores, lo primero que tenemos que hacer es llegar a aquellas emociones que nos llevaron por este camino, respondiéndonos preguntas como: ¿por qué decidí iniciar este negocio?, ¿qué fue lo que me motivó?, ¿cómo puedo aportar a mi comunidad desde lo que ofrezco?. Todas estas preguntas nos permiten hacer un ejercicio de introspección y de análisis, definir aquello que nos hizo convertirnos en emprendedores es lo que va a lograr que conectemos con nuestra audiencia.
Debemos tener bien claro quiénes somos como personas y como empresarios para lograr transmitir nuestra historia de una manera genuina. Estar orgullosos del camino que hemos recorrido y que nos ha llevado a donde estamos es lo que va a inspirar a los demás. Emprender un negocio tiene todo que ver con nuestras motivaciones más profundas, tiene que ver con cumplir nuestros sueños, lograr la trascendencia, vivir haciendo lo que nos apasiona y buscar nuestra manera de contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos.
Todos los seres humanos vivimos en una búsqueda constante de historias que nos inspiren, que nos motiven, que nos hagan sentir esa conexión para saber que no estamos solos en este camino. El éxito de nuestro negocio está en ese vínculo que queremos construir con nuestros clientes, mientras más fuerte sea ese vínculo, más lejos podremos llegar.